El alma…

Ese espíritu imperceptible que según las Iglesias al morir va al mismísimo cielo o al limbo,
Dicen las creencia que existe y que además pesa 21 gramos...

La cuestión de pesar el alma comenzó por aya por el 1907 con un experimento del Dr. Duncan McDougall. Básicamente lo que hizo el Dr fue:
Eligio 6 pacientes terminales, 4 tuberculosos, otro estaba en coma diabético, y del sexto no se sabe dato alguno. Los acostó cómodamente en unas camas que estaban equipadas con balanzas (Hay que aclarar el rumor de que las balanzas de McDougall eran tan sensibles que “podían medir el peso de un pelo”, eso es mentira, las balanzas eran sensibles a +- 3,2 gramos.) y registro los pesos antes y después de morir...

Los resultados:

· Paciente 1: Perdió 21,3 gramos en el “momento de la muerte”

· Paciente 2: Perdió 45,48 gramos.

· Paciente 3: Perdió 42,65 gramos.

· Paciente 4: No fue tenido en cuenta ya que no les dio el tiempo para calibrar correctamente la balanza.

· Paciente 5: Perdió 10,66 gramos

· Paciente 6: No se tomo en cuenta por la misma razón que el cuarto.


Y que se puede sacar en limpio de este experimento?...
Nada, absolutamente nada, primero que nada nunca pudo constatar el momento exacto de la muerte de los pacientes. Solo se tomaron en cuenta 4 pacientes. Las balanzas no eran sensibles como se precisaba. En síntesis el Dr. McDougall nos dejó un montón de datos que de nada nos sirve.

Y por que se dice que perdemos 21 gramos?

El Dr. Francis Crick (Premio Novell de 1962) encontró una respuesta; Demostró que entre una maraña de neurotransmisores y entre una rebuscada estructura cerebral pesa alrededor de los 21 gramos y esta desaparece al morir.

Con su investigación el Dr. Crick dejo de un lado el concepto de alma como un concepto metafísico y afirmo que el alma era básicamente nuestra conciencia.

Así que el concepto filosófico del alma que inspiro hasta una película (21 Gramos) quedo demostrado con la mano de la ciencia y años de investigación en un laboratorio.