Estas son extremidades de animales muy disímiles: humanos, gatos, ballenas y
murciélagos. Las piezas óseas que las componen son exactamente las
mismas en todos los casos (homólogas). Las únicas diferencias son en tamaño y
forma, algunas fueron fusionadas, y otras fueron reduciendo sus dimensiones
hasta desaparecer debido a su falta de utilidad.

La observación de este habitual patrón en la naturaleza fue una de las
pistas que llevó a Charles Darwin a contemplar un proceso evolutivo. Darwin no
podía comprender porque un dios habría de crear las distintas especies y sus
extremidades por separado pero a la vez usaba exactamente las mismas piezas
modificadas, aún en casos de estructuras sustancialmente diferentes y para
disímiles usos.
Yo lo que me sigo preguntando es porque un creador habría de utilizar un
método de creación que da todo indicio y rastro de que en realidad no fue así. Y
compadezco a quienes asumen su origen como independiente y mágico, porque se
privan de lo conmovedor de saberse parte de una épica aventura a través del
tiempo.
"Hemos descubierto un extraordinario método, el método científico, para
esclarecer lo que pensamos es la verdad sobre el funcionamiento y los orígenes
del universo. Pienso que nos deberían dar tiempo. Yo pido tiempo. Pero les
prometo, su comprensión la tendrán de este lado de la tumba, y no del otro." -
Peter Atkins (Químico, Profesor de Química de la Universidad de Oxford, autor de
textos de enseñanza y ciencia a nivel general)