Neil deGrasse Tyson, astrofísico y Director del Planetario Hayden
de Nueva York, respondiendo a la pregunta que le planteara la Fundación John
Templeton (de triste reputación, pero ese es otro tema).
"No estoy seguro. Pero cualquiera que exprese una respuesta más
definitiva a la pregunta está proclamando acceso a conocimiento que no está
basado en fundamentos empíricos. Esta sorprendentemente persistente manera de pensar,
común a la mayoría de las religiones y a algunas ramas de la filosofía, ha
fracasado miserablemente en previos intentos de comprender, y por lo tanto
predecir, las operaciones del universo y nuestro lugar en él.
Afirmar que el universo tiene un propósito implica que el
universo tiene una intención. E intención implica resultado. ¿Pero de quién
serían los deseos? ¿Y cuál sería el resultado deseado? ¿Que la vida basada en
carbono sea inevitable? ¿O que primates sensitivos sean el pináculo neurológico
de la vida? ¿Hay respuestas siquiera posibles a estas preguntas sin expresar una
profunda tendenciosidad al sentimiento humano? Claro que los humanos no estaban
presentes para preguntar estas preguntas durante el 99.9999% de la historia
cósmica. Por lo tanto si el propósito del universo fue crear humanos, entonces
el cosmos ha sido vergonzosamente ineficiente al hacerlo.

Y si otro propósito fue crear una cuna fértil para la vida,
entonces nuestro medio cósmico tiene una extraña manera de mostrarlo. La vida en
la Tierra, durante más de 3.000 millones de años de existencia ha sido
persistentemente atacada por fuentes naturales de caos, muerte y destrucción.
Devastación ecológica infligida por volcanes, cambios climáticos, terremotos,
tsunamis, tormentas, pestilencia y especialmente asteroides asesinos han dejado
extinto el 99.9% de todas las especies que han vivido acá.
¿Y qué tal sobre la vida humana en si? Si usted es religioso,
puede declarar que el propósito de la vida es servir a Dios. Pero si usted es
una de las 100.000 millones de bacterias viviendo y trabajando en un solo
centímetro de nuestro intestino bajo (coincidentemente, un número muy similar al
de humanos que han nacido a través de la historia), usted daría una respuesta
enteramente diferente. En cambio, usted podría decir que el propósito de la vida
humana es proveerle a usted con un hábitat oscuro --aunque idílico-- y
anaeróbico de materia fecal.
Por lo tanto, en ausencia de arrogancia humana y luego de filtrar
las evaluaciones ilusorias que promueve en nosotros, el universo se ve más y más
como algo fortuito y al azar. Cuando eventos que pretendidamente ocurren en
nuestro mejor interés son tan numerosos como otros eventos que muy factiblemente
nos pueden matar, entonces la intención es muy difícil, sino imposible, de
alegar. Así es que si bien no puedo sostener que sé con seguridad si el universo
tiene propósito o no, la evidencia en su contra es firme. Y visible a cualquiera
que vea el universo tal cual es, en vez de como desee que fuese."